Arden mis labios por ti
Muriéndome de amor
Porque eres mi dueña, santiagueña
De mi corazón.
Temblando vuelves a mi
Dejándome en tu adiós
Tus manos pequeñas, santiagueña
De mi corazón.
Dormirán mis ojos sobre tu pelo
Como en las habras el sol
Amorosa flor de mi tierra
Miel santiagueña, dulce como el mistol.
Mis sueños te sueñan, santiagueña
De mi corazón.
Lloran mis ojos por ti
Lágrimas de pasión
Si tú me desdeñas, santiagueña
De mi corazón.
Rezo tu nombre al partir
Llamándome tu voz
Carita risueña, santiagueña
De mi ardiente corazón.