Las oscura aguas del Parque Almendares
brillaron cuando apareció.
Ella tenía un ángel y una nube de algodón.
Eran tan pequeños cuando Navidades,
jurando para siempre amor,
pero fueron creciendo
y el hechizo se perdió.
No es el fin, muchacha no es el fin,
al final, al menos, no es el fin.
Si algo pudiera darte te diría:
No es el fin, muchacha no es el fin,
al final, al menos para ti.
Si algo pudiera darte te diría:
No es el fin.
Entre los espejos de los viejos bares,
se esconde al rato su dolor,
y en cada copa va dejando huellas de un amor.
Dicen que a él lo vieron cruzando los mares,
buscando un poco de ilusión,
pero a pesar de todo ni en la vejez la encontró.
No es el fin, muchacha no es el fin,
al final, al menos, no es el fin.
Si algo pudiera darte te diría:
No es el fin, muchacha no es el fin,
al final, al menos para ti.
Si algo pudiera darte te diría,
si talvez puedo aliviarte te diría:
No es el fin, No es el fin.