Canción para los ojos de dalia
Tus ojos son la puerta al manicomio,
se han vuelto cómplices de mi sonrisa
pues han beatificado a este demonio
que puso triste a alguna monalisa.
Tus ojos son el veneno en Vallarta,
el viaje hasta el infierno en tus pupilas,
y aunque a veces el corazón me partan,
tus ojos son mi lluvia y mi sombrilla.
Tus ojos son las copas que me calman
la sed cuando mi lengua está sedienta
de besos urgentes en la mañana,
y ponen mi termómetro a cuarenta.
Tus ojos son la niebla
negra en mi corazón,
tus ojos son mi calma,
tus ojos son mi alcohol,
tus ojos son la hoguera
donde mi piel ardió
y el tatuaje del santo se quemó.
Tus ojos son dulzura
en mi amarguridad,
tus ojos son mi droga,
ojos de alprazolam.
Tus ojos ojos son la tregua
caliente en el zaguán,
tus ojos mi bendito diazepan,
tus ojos son mi re y mi capotrasto,
las medias rotas de la madrugada,
presuntos culpables de mis infartos,
son mi trago en la copa envenenada.
Tus ojos son mi otoño y mi verano,
tus ojos son mi fresca desvelada,
tus ojos tesoros de éste fulano
que cacha tus sueños bajo tu almohada
.
Son la cura para mis cicatrices,
son la venganza de mis horas tristes,
sonríen cuando escuchan mis chistes malos.
Tus ojos son el triunfo de mi mediocridad,
tus ojos son mis reyes magos en navidad,
tus ojos son la envidia de esa tal vanidad,
tus ojos mi dulce calamidad.
Tus ojos son de tila,
son té de flor de azahar,
tus ojos son sodoma,
gomorra y algo más.
Tus ojos son mi cura,
tus ojos son mi mal,
tu ojos mi cordón umbilical.