No dejes que una grupi se enamore de ti
Teníamos bastante en común,
ella quería bailar y yo tenia el rock and roll
eso era más que suficiente,
nos sumergíamos en las nubes que escondían botellas,
donde el diablo escondía su caspa,
no nos importaba el futuro y mucho menos el pinche pasado.
Ella salió del baño,
su cara recién lavada la hacía mas bonita aún,
su cuerpo semidesnudo y moreno era más que un caramelo,
su pelo olía a fiesta y camuflageaba con pasta dental su olor a whiskey
como le amaneció el agua Palomitas? preguntaba mientras se reía…
Ella vivía en un cuarto piso en un departamento modesto y entre sus riquezas se contaban dos colchones inflables,
unas cuantas cobijas,
una almohada grande,
una televisión antigua, varios pares de zapatos bastante caminados, una colección de discos piratas,
19 años, una sonrisa hermosa, unos ojos que hipnotizaban a cualquier pendejo,
un celular descargado,
una estufa sin gas y un tendedero donde ponía a secar sus lágrimas y sus besos.
Teníamos una cruda espantosa,
pero la sal nueva y la lujuria recién estrenada,
compramos un seis de cerveza y la bebíamos mientras yo trataba de improvisarle algunos versos para enamorarla,
pero siempre terminabamos cagandonos de la risa
tengo una pinche maña de de comenzar las cosas tan bien y al final arruinarlo todo
La cruda comenzó a ponerse tibia y acabamos por revolcarnos en la sal de su colchón,
las venas,
los colmillos, las ansias, el amor roto y confundido,
las promesas de vida, la etérna lucha entre la piel y el corazón, el caer al vacío, la culpa y los besos.
Ella conocía mis canciones antes que nadie
Ella se llamaba habitación
Ella se llamaba carretera,
Fiesta
Eterna
Ella comenzó a pedirme el corazón
comenzó a llamarme ‘’mío’’
comenzó a llorar en una escalera
comenzó a negar mis vicios
cambió mi rocanrol por hogareña paz
tenia un pinche poster mío en su recamara
Ella lo arrancó de su pared
Pero aún lo guarda en la memoria