Cuando el coyote y el huemul
construyan nido al colibrí
y cuando el puma el quetzal
se acerquen quietos a dormir
el guacamayo va a aprender
la fuerza pura del jaguar
y las vicuñas mirarán
volar al cóndor y el chercán.
Cuando la luna, cuando el mar
arrullen voces de volcán
y los ceibales se hagan luz
y el sol areme el copihual
la Cruz del Sur podrá sentir
la voz profunda del maizal
y habrá en el cielo una canción
y en todo surco un manantial.
Latinoamérica será
altura viva y luz frutal
y el Hombre-América será
la risa entera de un panal.
Quiero tu tierra tranquila
Quiero tu cielo aquietado
Quiero tus campos fecundos
y tus desiertos colmados.
Dame tu piedra escondida
para entregarte mi mano.
Dame tus ríos profundos
para ser tuyo y ser manso.