Yo tengo pintada en la piel
la lágrima de esta ciudad,
la misma que da de beber,
la misma te hará naufragar.
Yo tengo en la piel su sabor,
un leve resabio de sal,
que nunca he sabido esconder,
que nunca he sabido mirar.
Si dejo elegir a mis pies
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar.
El mar que me trajo hasta aquí,
el puerto en que habré de zarpar,
un día pensando en volver,
un día volviendo a escapar.
Un día cualquiera me iré
dejando su lágrima atrás
la pena que me haga partir
la misma me hará regresar.
Si dejo elegir a mis pies
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar.