Y yo era el confidente de tu cajón,
yo era el que le susurraba a aquel dragón.
Hice una licencia de explorador,
fabriqué unas alas, busqué un balcón.
Me eché a volar contento al este,
se ve tan celeste,
cuanto más lejos, yo, más feliz.
Bajé tanto la guardia, la tentación,
que llegué a confundir la locura con el valor.
Durmiendo a la intemperie
sin techos ni paredes,
solo, en soledad, y sin ti, yo solo.
Por ti, volví por ti, pero no te ví,
si no estás, sólo soy un zombie a la intemperie.
A ti, me fui a buscarte a ti,
ahora el dragón se ríe de mí,
y no soy bueno pa´ explorar,
sin ti soy sólo un zombie.
Sin ti, morir por ti, pero no te ví,
si no estás, sólo soy un zombie a la intemperie.
Sin ti, me fui a buscarte a tí,
ahora el dragón se ríe de mí,
y no soy bueno pa´ explorar,
sin ti soy sólo un zombie.
Ya no te preocupes, ya no hay razón,
lo que dices no me importa, sólo tu voz.
Los espejos quieren ser siempre más que Diós,
mientras que buscamos juntos la salvación.
Lo sé, lo sé, yo me he vuelto a equivocar,
lo sé, lo sé, que no merezco otra oportunidad,
y cuando cierras esa puerta
lo que encuentras es tu magia celestial.
Me alegra tanto verte,
verte es todo lo que me hace feliz.
Y nadie lo remedie.
Por ti, volví por ti, pero no te ví,
si no estás, sólo soy un zombie a la intemperie.
Sin tí, me fui a buscarte a tí,
ahora el dragón se ríe de mí,
y no soy bueno pa´ explorar,
sin tí soy sólo un zombie.
Volví y al volver perdí,
pero no por tí,
no eres tú, es que soy un zombie
aunque me peine.
Sin tí, me fui a buscarte a tí,
y ahora el dragón se ríe de mí,
y no soy bueno pa´ explorar,
sin tí soy sólo un zombie.
Sólo soy un zombie.
Sólo soy un zombie.
Sólo soy un zombie.