Vos sos mi diez,
más que Diego en el Estadio Azteca,
vos que sabés
apoyarme los pies sobre la tierra.
Como vos no hay igual, puro y angelical,
mi obra de arte más bella,
cuando escribís Papi, te quiero,
cuando llamás me decís: Papi, te extraño.
Y no te hagas daño, mi amor,
no sé dónde estoy, no sé quién soy,
lloro por vos, te regalo el cielo, el mar, el sol,
mi corazón.
Vos me enseñás cada día
a ser mejor persona,
vos me tirás con un uppercut
mi ego a la lona.
Me mostraste la luz, me volviste feliz
y a sacarme las dudas.
Cunado te vas, hijo, no puedo,
pero volvés, me abrazás...
Te juro que yo muero y mato por vos, mi amor,
no sé dónde estoy, no sé quién soy,
lloro por vos, te regalo el cielo, el mar, el sol,
y mi corazón.
Vos endulzás mis mañanas
con tan sólo un beso,
pero vos que lográs
alejarme de todos los excesos.
Como vos no hay igual, puro y angelical,
mi obra de arte más bella,
cuando escribís Papi, te quiero,
luego llamás, me decís: Papi, te extraño.
Y no te hagas daño, mi amor,
no sé dónde estoy, no sé quién soy,
lloro por vos, te regalo el cielo, el mar, el sol,
y mi corazón.
Y mi corazón...
Lloro por vos.