Rompiendo todos los candados se hechó a la fuga
siempre sabiendo que es tarde para volver atrás
el tren que rompe en la noche, las rutas desnudas
las lágrimas sobre su sonrisa, quieren traicionar.
Dejó cuatro líneas grabadas como buenas excusas
esperando que la comprendan, una vez más
la tierra no es para ángeles, no cabe duda
y últimamente el diablo pide más y más.
Y ella es un veneno sabor miel
que sube como un volcán, bajo la piel
y que nunca dejaré de beber, sin poder entender.
Ahora arrastra sus sueños por los andenes
siempre sabiendo que es tarde para volver atras
El fuego siempre está allí, para el que lo quiere
y últimamente este ángel pide más y más.
Y ella es un veneno sabor miel
que sube como un volcán, bajo la piel
y que nunca dejaré de beber, sin poder entender
y que nunca dejaré de beber, sin querer entender.