El subteniente de Linares
En la ciudad de Linares, serian más o menos 5 de la tarde
Cuando murió un subteniente,
Por un comandante miedoso y cobarde
En la cantina el dos de oros,
Tomaba Cabrieles con el subteniente
Cuando llego el comandante,
Pidiéndole su arma, con dos de su gente
Mire señor comandante,
Yo traigo pistola, y estoy amparado,
Yo traigo mi porte de arma,
Y puedo cargarla, por todo el estado
Lo agarraron de los brazos,
Porque al subteniente, lo traían de encargo
Al fin de cuenta y todo,
Al pobre teniente, lograron matarlo
Luego que ya lo mataron,
Montaron un carro, y se van al palacio
Diciéndole a los empleados,
Si vienen soldados, les dan de balazos
La policía de Linares,
Cumpliendo esta orden, parecía un infierno
Con sus ametralladoras,
Disparan sus armas, retando al gobierno
Sale el padre de la iglesia,
Soldados valientes, detengan el fuego
Dispense usted padrecito,
Pero estos infieles, no han matado a un perro
Vuela, vuela palomita,
Tú que andas volando, lleva este recado
Adiós todos mis amigos,
También mis hermanos, mis fieles soldados