Dice la tarde tengo sed, sed de sombra
Dice la luna tengo ser, sed de lucero.
Aromas, risas y cantares nuevos
Sin lunas, sin lirios sin amores muertos.
En un instante el sol dejó de iluminar las estrellas ya no brillan como antes.
La luna se esconde en una nube gris
Convertida en una noche sin fin.
Heridas por el viento lloran las hojas inertes
Los hogares humean, los brazos levantan la niebla.
Hasta el viento y el rocío
De la noche se han vuelto en su contra.
Si la muerte es la muerte
Qué será de los poetas
Y de las cosas dormidas
Que ya nadie recuerda.
La esperanza a un nuevo amanecer
En un cantar al alma de las cosas
Y al alma del viento.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
Y le dejan divinas heridas de diamante.
La luna se esconde en una nube gris
Convertida en una noche sin fin.