Cuando el mundo comienza a existir
Cerca del valle sobre del mar
Siete deidades se hacen oir
Suenan tambores de tempestad.
Donde la luz se conecta al cielo
Hombres y dioses se mezclan
Entre las piedras habita el trueno
Lluvias y viento estallarán.
Mar de turquesas inunda el lugar
Y las mariposas del río volar
Se desbordaba al vaivén del ritual
Truenos con furia se miran brillar.
Alma de tempestad alma de fuego
Que cantas con la música del mar
Que danzas con el rito de las olas
Y suenas cuando duerme la verdad.
Siempre sonriendo como un ser feliz
Embriaga la flor a su corazón.
Hermoso canto se torna en temor
Dos mundos y un solo tiempo.
Fue llevado al fondo del mar
Encadenado se oye preguntar,
Desesperado queriendo escuchar
El día de su santo que nunca sabrá.