Un clavel
Nadie sabe... Nadie sabe,
Pero todos lo quieren saber,
Ni la clave, ni la llave,
De mi cuándo, ni cómo y por qué.
Me gusta ser libre lo mismo que el viento,
Que mueve el olivo y riza la mar,
Dar mis incisos de mi pensamiento,
Y luego de noche ponerme a cantar.
Un clavel,
Un rojo, rojo clavel,
Un clavel,
A la orilla de mi boca,
Busque yo como una loca,
Poniendo mi vida en él.
Y el clavel,
Al verte, cariño mío,
Se ha puesto tan encendió,
Que está quemando mi piel.
Se ha puesto tan encendió,
Que está quemando mi piel.
Que está quemando,
Que está quemando mi piel.