De las lunas,
la de octubre es más hermosa,
porque en ella se refleja la quietud
de dos almas
que han querido ser dichosas
al arrullo de su plena juventud.
Corazón,
que has sentido el calor
de una linda mujer
en las noches de Octubre.
Corazón,
que has sabido sufrir
y has sabido querer
desafiando el dolor.
Hoy que empieza la vida,
tan sólo al pensar,
que tu amor se descubre.
El castigo de ayer
que me diste tan cruel
parece que murió.
Si me voy,
no perturbes jamás
la risueña ilusión
de mis sueños dorados.
Si me voy nunca pienses jamás
que es con el único fin
de estar lejos de ti.
Viviré con la eterna pasión que sentí,
desde el día en que te vi,
desde el día en que soñé
que serías para mí.