Alguien lo descifró, alguien captó el mensaje,
alguien llegó a la luz, alguien quitó el vendaje.
Te he visto resurgir, usar toda tu fuerza,
llorar, luchar, seguir, mostrar tu fortaleza.
Caminaré el camino sin importar la distancia,
nada me detendrá, escucha mi alabanza.
Tu latido a lo lejos se expande en el espacio,
una melodía se recuesta en tu regazo.
Soñé contigo entre árboles y estrellas,
junté un racimo de tus sonrisas más bellas.
Padre mío, que estas en el cielo,
llegado el momento te abrazaré de nuevo.
Un águila amarilla
de su lágrima salió volando,
trazando con polvo de oro
el cielo del cual te hablo.
De pronto sólo queda niebla,
no veo y aún te siento cerca.
Es tiempo de andar y seguir,
y no frenar.
A bordo de este barco de los sentimientos
que nómade atraviesa los acontecimientos,
te miento si te digo que por momentos siento
ganas de fundirme en un abrazo con el viento.
Llegó el silencio y se llevó tus manos,
pero tu corazón late en los que te amamos.
Te amo, porque inventaste el amor,
y es tanto tu amor que te volviste canción.
Suena para siempre, sueño en tus paisajes,
sueño tu mirada en lo que queda de este viaje.
Tras el árbol de lo incierto algo late en lo salvaje,
sé que estás conmigo y puedo consolarme.
Miro para arriba, sano mis heridas,
somos los guerreros en la cima de esta vida.
De pronto sólo queda niebla,
no veo y aún te siento cerca.
Es tiempo de andar y seguir,
y no frenar.
Es tiempo de amar,
de creer en algo más.
Silencio, sólo queda niebla,
no veo y aún te siento cerca.
Es tiempo de andar y seguir,
y no frenar.
Es tiempo de amar,
de creer en algo más.