Con la cabeza colgada
entre la silla y la mesa,
con el vientre vacío
y esperando alguna
Que otra sorpresa, sorpresa,
sorpresa, sorpresa
Escupiendo en escaparates caros,
tirando piedras a tu tejado,
frunciendo a todo el mundo el entrecejo
Y olvidando todo lo soñado, lo soñado,
lo soñado, lo soñado...
He ocupado el cubo de la basura,
he gritado tu nombre en las alturas,
he escupido sangre desde un puente
Y he besado en la boca a la locura,
a la locura, a la locura, a la locura...
Tengo los guantes puestos
cuando me cojo del cuello
Y cuando voy volando
se apagan los motores y me estrello,
y me estrello, y me estrello, me estrello...
La vida pasa volando
como una linda mariposa
sobre un prado de lirios y rosas.
¡Oh, Dios mío, que bello es vivir!,
que bonitos los atardeceres rosas,
¡Ay...!
Contigo