En este mi testamento
que escribo con un pie fuera
que escribo con un pie dentro
de este mundo y lo que venga.
Voy a repartir mis bienes
voy a dividir mi herencia
en seis porciones iguales
como ahora aquí se enumera.
Un Sexto dejo al obispo
para que amplíe su iglesia
más no sé porqué lo hago
si casi nunca se llena
Otro sexto al matasanos
para que amplíe su ciencia
y así al morir sus pacientes
no le angustie la conciencia
Otro sexto a las solteras
para perfumes y sedas
y un altar a San Antonio
en donde quepan más velas
Otro sexto a la alcaldía
para que en obras lo invierta
aunque luego el edil haga
lo que en la gana le venga
Otro sexto a mi patrona
con quien contraje mil deudas
a ver si así se decide
a tapar estas goteras
Por último el otro sexto
lo dejo para mi epitafio
en donde pueda leerse
con buena letra y bien claro
Aquí reposan los huesos
porque los huesos vivían
de un hombre al que no pudieron
ni estudiar su anatomía
Aquí reposan los restos
de un político altanero
que no puso la otra mejilla
pero al que en las dos le dieron
De quien no supo de celos
de quien no tuvo prejuicios
y así le llegó la muerte
en perfecto y sano juicio
De quien no bañó con vino
su estómago y sus desgracias
y que en sus ochenta años
no vivió la democracia