Un día cualquiera en tu ciudad me encontrarás
entre multitudes que jamás recurrirán,
ante alguien que parece no estar,
que se mueve entre líneas y además...
No quiero ser como tú,
ya no me hacen falta galones,
ni hundirte la vida, ni honores,
tan solo un jardín, unas flores, y amar
en clandestinidad, secreto a guardar.
Días que se puedan predecir y soportar,
ir cada mañana a trabajar, no molestar.
No todo el mundo quiere ser lo más,
triunfar y contemplar
el mundo desde un sucio pedestal.
No quiero ser como tú,
ya no me hacen falta galones,
ni hundirte la vida, ni honores,
tan solo un jardín, unas flores, y amar
en clandestinidad, secreto a guardar.
No quiero ser como tú,
no quiero ir a tus reuniones.
Me quedo cuidando estas flores,
tal vez con un poco de suerte jamás
me vuelvas a encontrar, de nuevo a destrozar.
No quiero ser como tú,
no quiero ser como tú.