Levo tantas penas en el alma,
que al mirarte a ti, nunca pensé
que pudiera al fin, otra vez poner
en un nuevo amor mi ser.
Aunque lo pague, con el precio, de mi vida
aunque comprenda, lo que tengo que sufrir.
Te he de jurar que tu serás mi consentida
y que a nadie, quiero tanto como a ti
has que contigo mi calvario se haga santo
nada me importa lo que digan, los demás.
Mi corazón se ha de quedar entre tus brazos
cuando al fin este cansado ya
de tanto amar.