Se inunda el corazón hasta que llega a desbordar,
tanta es la decepción que es imposible perdonar.
No fue lo que apostamos tampoco lo imaginé
pero lo inevitable se tornaba inminente.
Busqué resistir mi despedida
por no querer lastimarte.
Y al ver que el respeto se ausentaba,
la duda comenzó a crecer.
Después que las campanas marquen el final,
los escombros darán a luz a la verdad.
Reacciono a lo vivido donde comencé a soñar,
retrocedí una vida para volver a empezar
No se que ha pasado en nuestras vidas
que sin querer te lastimé.
Y hoy ves que aunque cambio mi destino,
siempre a tu lado estaré.
En esta oscuridad no hay eclipse total,
mi estrella acudirá para tus alas levantar.
Busca en tu interior la voz de la razón
que te hará comprender porque cambio aquel ayer…