Reino en las sombras de la soledad…
Mueren tus miedos al dejarme entrar…
Corro en la sangre brindándote paz…
Soy la salida que tanto buscás!
No intentes convencerme en dejar de ser yo;
siempre te encuentro en mi desesperación.
Pagué al picar mi piel el precio del error;
transé mi perdición anclando mi ilusión.
Llegó el momento de no sufrir más…
Soy el remedio que necesitás…
Apostaste a mi infierno, un pleno a tu ambición.
Llovió tu dosis sobre mi inundación.
Fui esclavo en tu prisión y pude comprender
que al verme en mi traición dejé de serme fiel.
Se bien que me engañé…
Bebí del fuego al querer saciar mi sed.
De pie, aquí me ves…
Hallé revancha entendiendo que tu
volverás como lo hizo ayer
la cruel mano que me dejó caer.
Siempre hay un vivo arreando muertos al rebaño,
tomando almas para su propio interés.
Se bien que me engañé…
Bebí del fuego al querer saciar mi sed.
De pie, aquí me ves…
Le hallé revancha al pasado...
Vencí en la tempestad y mi sangre limpié