¡ay cómo relumbraba!
¡ay cómo relumbra!
¡ay cómo se cimbrea la casada!
¡ay qué blanca
La triste casada!
¡ay cómo se queja entre las ramas!
Amapola y clavel serás luego,
Cuando el macho despliegue su capa.
Siete veces gemía,
Nueve se levantaba.
Quince veces juntaron
Jazmines con naranjas.
Si tú vienes a la romería
A pedir que tu vientre se abra,
No te pongas un velo de luto,
Sin dulce camisa de holanda.
Vete sola detrás de los muros,
Donde están las higueras cerradas,
Y soporta mi cuerpo de tierra
Hasta el blanco gemido del alba.
Y en seguida vino la noche.
¡ay que la noche llegaba!
Mirad qué oscuro se pone
El chorro de la montaña.