Aquí la malanga crece
Rico manjar suculento
Y al rumor del blando viento
La rica caña se mece
El ajonjolí parece
Rica alfombra peregrina
El mamey que se reclina
Y hacia la rama que toca
Parece la dulce boca
De mi Angélica Rufina
En un potrerito entré
Me encontré con una Indiana
Pues se llamaba Juliana
Su apellido no lo sé
Yo mi caballo solté
Las buenas tardes le di
Y le dije: Vengo aquí
Vengo buscando los bueyes
Y me contestó: Mameyes
Usted a quien busca es a mí
Me gusta por la mañana
Después del café bebio
Pasearme por La Habana
Con mi tabaco encendío
Después me siento en mi silla
En mi silla-sillatón
Y cojo yo un papelón
De esos que llaman diarios
Y parezco un millonario
De esos de la población