Tienes cerrada en tus manos, la clave de mis sueños...
Y si me quieres o no, tu alma és el espejo de tu confesión.
Y no lo creo que surjas en este martes de mi cielo sin ti,
por um capricho sin nombre, o el giro de la luna.
No sé si cundo regresses serán mismas las flores del
instante la despedida.
Cual la lluvia blanca cayendo en la tarde de nuestro silencio.
No sé si cuando regresses las vocês de los angeles
vuelveran a bendecir la llama de nuestra primera mirada
o retará la amarga verdad del adiós.