Me inicié sobre un tranvía
no me fue del todo mal,
una música vacía
y un "debú" en la seccional.
Al prontuario fui por lerdo
y en el cuadro entre los cracks,
me avivé de escalamiento
y al escruche fui a parar.
Aplicando la ganzúa
fui modesta autoridad,
no hubo nunca cerradura
que me hiciera patinar.
Me he zafado muchas canas
y he ligado muchas más,
pero mi cana más brava
fue un falda de percal.
Una falda más esquiva
que sonrisa de botón,
que ni a uña, ni a "bombilla"
pude entrarle con mi amor.
Más cabrera que la yuta
se encerró detrás de un no
y fallé con la ganzúa
al forzar su corazón.
Me aflojaron los abriles
y al final me jubilé.
Me deshice de los "chiches"
y al oficio lo archivé.
La ganzúa la conservo
pa' un trabajo de mi flor.
¡Quién te dice que San Pedro
se descuide en el portón!