I
El franquismo acoge en su memoria
a Eleuterio Sánchez, su historia,
mártir sin gloria.
En las chabolas de los pizarrales comienza su infierno:
la Guardia, el hambre, el invierno.
A los “mercheros” se les trata como escoria,
su marginación: guillotina ejecutoria.
Sabor a sangre, su destino está escrito;
la sombra le persigue, ser quinqui, delito.
Desheredados de una sociedad injusta,
“Cara al sol” asusta, hipócrita condena.
El hambre de tu familia te encadena.
Intenso cruel idilio: martirio y silencio.
La miseria me convierte en delincuente.
En un suspiro cambia mi vida, inminentemente.
Esa joyería se lleva mi alma ausente.
Bravo Murillo, testigo inocente.
Dos fiambres, ¡maldito guarda!
La pena de muerte en el patíbulo me aguarda.
Yo no fui. Me torturan, masacran.
Violencia sádica, represión sacra.
Primer grado, celdas bajas, el purgatorio.
Locura. Cuatro paredes mi velatorio.
Gracias, Caudillo, mis agradecimientos…
Perpetua, carne de preso a fuego lento.
ESTRIBILLO
Cuando el hambre y la miseria te margina.
Cuando la ley te persigue en cada esquina.
Cuando en tu mirar la tristeza domina,
no te queda más remedio que luchar.
II
Un año en “El Dueso”, me reclaman para un juicio.
Voy en tren, sueño en la fuga que codicio.
No existe indicio, pido permiso para el servicio.
La llave funciona, salto al precipicio.
Enemigo público, mi foto en el diario,
como un mercenario en un sistema autoritario.
Trece días libre con final carcelario,
la Esperanza: mujer del presidiario.
Cinco años preso, régimen de terror,
“El Puerto”, “la cúpula”, semillas de rencor.
Dispuesto al sacrificio, de fuga, libre o muerto,
¡el puente del Lute! Agua en el desierto.
Miles de “piras”, civiles suspiran,
Reptiles con fusiles, vigilan,
ráfagas de balas vuelan con ira,
Plomo, sangre y pólvora
a la Muerte inspira.
Mis hermanos son mi sombra fiel,
La Sierra de Ronda esclaviza nuestra sed.
A merced de un ejército sin fe.
Eleuterio, custodia del amanecer.
Helicópteros, civiles, policía armada,
Pensamientos se retuercen, muro y alambrada.
Libre o muerto. Alcalá sellada.
Astucia del débil. El poder calla.
ESTRIBILLO
Cuando el hambre y la miseria te margina.
Cuando la ley te persigue en cada esquina.
Cuando en tu mirar la tristeza domina,
no te queda más remedio que luchar.
III
Sevilla, dos meses bajo el suelo.
Pasa la tempestad. Granada, anhelo el cielo.
El Lute anida en el corazón del pueblo,
jaque al estado, su calor aviva el fuego.
El amor a veces suaviza el castigo,
un bálsamo de redención contra el enemigo.
Campaña mediática violenta,
se suceden fugas, disparos,
tanta humillación revienta.
Dos de junio, la intuición aliena;
danza siniestra, silban balas y sirenas.
Se desploman sobre mí,
venganzas, mi pena,
hieren a mi hermano, veneren mi trena.
Destino: “La Caja Fuerte”, Cartagena.
Sentencia sublime: mil años de condena.
La escritura me tiene inmerso en mis memorias,
Submarino atómico, ruleta inquisitoria.
Franco muere, la amnistía no llega.
A presos comunes, la libertad niegan.
Ríos de sangre, cárceles en guerra.
¿Quién nos vigila?
¿Quién nos encierra?
ESTRIBILLO
Cuando el hambre y la miseria te margina.
Cuando la ley te persigue en cada esquina.
Cuando en tu mirar la tristeza domina,
no te queda más remedio que luchar.