Monedita de oro
Ayer alguien dijo en las calles,
Cosas horrorosas de mí,
Decían que a tal personaje,
El boom que ahora tiene ya le va a pasar,
Que yo y que paro alzao,
Que mi éxito es comprao,
Que importa pero gusto,
Si mañana o pasao, la vida me ha premiado,
No me corre de susto,
Si mi propio enemigo, es mi propio colega, mi amigo, mi hermano.
Yo no soy monedita de oro para gustarle a la humanidad,
Pero tengo adentro un tesoro, yo tengo un Dios de sinceridad,
Yo no soy lo que quiero ser, si no lo que el tiempo dirá quién soy,
No ambiciono pedir poder, porque al desvalido más bien le doy.
Ay me toco subir montañas, para hacer camino,
Me toco pedir limosna, sin ser limosnero,
Me toco pedir posada, donde mi enemigo,
Me toco vencer el odio, donde no hay amor.
Yo no soy monedita de oro para gustarle a la humanidad,
Pero tengo adentro un tesoro, yo tengo un Dios de sinceridad,
Yo no soy lo que quiero ser, si no lo que el tiempo dirá quién soy,
No ambiciono pedir poder, porque al desvalido más bien le doy.
II
No soy monedita de oro pa’ caerle a to’ el mundo muy bien,
Y no soy de aquellos que engañan, soy desde niño leal,
Y aquel que necesita un favor se lo hago, yo le extiendo mi mano,
Y si tengo algún error lo acepto como soy, yo también soy humano,
Pero aquel que es un traidor, se ríe de mi dolor y dice ser mi hermano,
Yo no soy monedita de oro para gustarle a la humanidad,
Pero tengo adentro un tesoro, yo tengo un Dios de sinceridad.
Yo no soy lo que quiero ser, si no lo que el tiempo dirá quién soy,
No ambiciono pedir poder, porque al desvalido más bien le doy.
Ay me toco subir montañas, para hacer camino,
Me toco pedir limosna, sin ser limosnero,
Me toco pedir posada, donde mi enemigo,
Me toco vencer el odio, donde no hay amor.
Yo no soy monedita de oro para gustarle a la humanidad,
Pero tengo adentro un tesoro, yo tengo un Dios de sinceridad.
Yo no soy lo que quiero ser, si no lo que el tiempo dirá quién soy,
No ambiciono pedir poder, porque al desvalido más bien le doy.