Ya llega enero y estrenando el año
rostros alegres, de esperanzas sueñan.
Y comparé mis sentimientos con las cabañuelas
y dibujé mi corazón como cuarteada tierra.
Que haya tierra mojada,
que venga mi adorada,
porque si ella no viene me declaro en huelga;
tanto que la quise
que hasta un día juré no volverla a mirar;
pero es tanto el amor
que no aguanté el dolor y tuve que llorar.
Y la voy a esperar,
ay, y la voy a esperar.
Y estas son las cabañuelas
de un hombre enamorado.
"Que sueña que se le olviden sus penas,
que anhela que éste por fin sea su año."
"Cabañuelas de amor,
adiós dolor y que llueva."
II
Pero una tarde de arrebol surgieron
sabias palabras que a cualquiera erizan.
También lloré, aunque me hubiera gustado escuchar
su viva voz, mirar sus ojos, verlos parpadear.
Las cabañuelas pintan,
muchas gracias, cuñada,
con esa confidencia me descansa el alma;
tanto que la quiero,
los hombres que adoran saben esperar;
se desbordó el silencio
y se escucha un eco de felicidad;
dice que volverá, dice que volverá.
Torbellinos de quimeras
que a pulso yo he librado.
"Quisiera que mis ojos sólo vieran
sus ojos, pero a veces cómo hago."
"Cabañuelas de amor,
adiós dolor y que llueva"