El Último
Oh, gran señor, príncipe de la oscuridad,
señor y maestro de lo extraño, en tus
manos tienes el poder de mi vida y mí
muerte, ya no quiero, ni necesito ser un
discípulo de Dios, quedar ciego perteneciendo
a un reino de hipocresía.
Tú eres el rey y estas vivo, no podrán
detenerte, sigue ahí tendido.
Ya no quiero volver a ser un creyente de
una doctrina falsa llena de mentiras y
adorando la imagen de un cristo que esta
muerto, ya no quiero ni necesito ser un
discípulo de Dios, quedar ciego perteneciendo
a un reino de hipocresía.