Lo acompañaste hasta el cohete
nunca más volvio, nunca más lo viste
sólo despegó con su uniforme de aluminio
y sus cosas en un bolsillo
hizo una estela de humo negro
y hacia la nada partio.
Tú te quedaste paradita
mirando hacia el sol,
mirando hacia arriba
nunca mas fue igual,
el aire frio, oscuro y seco
marchitó tu dulce cuerpo
mientras él cruzaba el cielo
con su enorme reactor.
Y cada noche con estrellas,
tú te sentabas a esperar
para verlo pasar,
cabalgando en su cohete
sobre la penumbra lunar
(Gracias a Luis Duran D por esta letra)