Hiéreme soy tu sueño que desaparece y vuelve
Háblame soy el aire que siempre escucha y nunca duerme
Qué más te puedo dar, tan sólo otra señal perversa
Y qué puedo esperar, tal vez una vida
Observarme en tu sombra, salvaje es estar a tu lado
Cuando aprietas mis manos no importan ya todos mis pasos
Me acelero y pierdo, mientras retuerzo mil recuerdos
Y todavía puedo reirme del dolor
Y así lucho en la necesidad
De no ser tú entonces tampoco sería yo
Sin mí buscas entre memorias
De no estar yo entonces tampoco estarías tú
Y aún me veo orbitando, placer que desgarra y disgusta
Desprecio que me invade, belleza que rompe y asusta
Qué más te puedo dar, tan sólo otra señal perversa
Y qué puedo esperar, tal vez una vida
Hiéreme soy tu sueño que desaparece y vuelve
Háblame soy el aire que siempre escucha y nunca duerme