Salí a la calle y no había nadie
Salí a la calle y no había nadie
¡Oh, Señor!, desciende por fin
Porque en el Infierno yo no hay nadie
Salí a la calle y no había nadie
Salí a la calle y no había nadie
¡Oh, Señor!, desciende por fin
Porque en el Infierno yo no hay nadie