Tu me muestras lo que no conosco. Yo te recuerdo lo que has olvidado
Hablaron mucho, de viaje, de arte, de la gente.
Nada fue objetable, todo fue positivo
Extraños y cercanos,
mecidos por el diafragma caprichoso de deseo.
Guardaron largos silencios que nunca fueron incomodos
no habia prisa.
Coincidieron en casi todo.
Respetaron sus mutuos paroxismos.
Se bastaron a si mismos.
Trataron sus deseos como necesidades.
Se contaron sus sueños.
Escanciaron la vida.
Se llamaron el uno al otro con apodos cariñosos
Se dijeron amorosas incoherencias
que solo ellos comprendieron.
Se leyeron mutuamente el horoscopo.
Salieron bastante,
aunque solo en dias de diario.
Se llamaron la atencion
con simples miradas sobre las mismas cosas
Los titulares de los periodicos,
la corporeidad de los viajeros
de un metro de autobus,
la guardia baja de la gente,
sus radiografias en bolsas rectangulares,
las ojeras.
Tu me muestras lo que no conosco.
Yo te recuerdo lo que has olvidado.
Todo fue increible.
De vuelta en su hogar,
no necesitaron el desplasamiento.
Escucharon el mundo
desde la caracola de su intimidad.