El avión ya no me espera.
Tú sabes que mi hogar
está lejos de aquí.
Las palabras son espadas, en mi pecho
y esas luces esperan por mí.
Enséñame a seguir sin tí,
te necesito.
Enséñame a seguir sin ti,
ojos de miel.
Enséñame antes de partir.
Tu sonrisa es el culpable
en ésta trampa,
y adiós es imposible decir.
Tus palabras son espadas en mi pecho,
y de mis labios, sangra ésta canción.
Volver a tocar, por un segundo tu piel,
curaría mis heridas.
Volver a sentir, todo por última vez
lo profundo, lo profundo del amor.