Nunca, nunca, nunca pensé que me amaras
Como iba pensarlo tan pobre que soy
Como iba pensarlo si eres tan bonita
Si eres tan hermosa, si eres tan gentil
Sufrí mucho tiempo, lloré muchas veces
La vida inclemente todo me negó
Nunca me miraste como ahora me miras
Bendito sea el cielo, que al fin me escuchó
Nunca, nunca, nunca pensé que tus labios
Me hicieran caricias que tanto anllé
Como iba a pensarlo si siempre que hablabas
Caían en mi vida gotitas de hiel
Las dichas ajenas fueron los testigos
De todas las penas que pasé por ti
Nunca me besaste como ahora me besas
Bendito sea el cielo que al fin me escuchó
Yo ya no me acuerdo ni quiero acordarme
De tantas tristezas y tanto dolor
Tu amor y mi dicha, dueña de mi vida
Han hecho que olvida lo que yo sufrí
Nunca, nunca, nunca creí merecerte
Y ahora que eres mía ya no sé que hacer
Y porque eres buena y porque eres bonita
Te entrego los restos del que fue mi amor