Toro, toro, toro...
Mientras que las vaquillas, !so¡
en el tentadero, única y nada más,
nada más pa' los toreros.
Por fuera del redondel,
por cierto de piedras hecho;
sentado llora un chiquillo,
sentado llora en silencio.
Con su muletilla enjuga
sus lágrimas de torero,
con su muletilla enjuga
sus lágrimas de torero.
La noche cae en silencio,
la luna cuelga, cuelga allá lejos;
se empiezan a acomodar
las estrellas en el cielo.
Y rumbo hacia los corrales,
se ve al chiquillo que va resuelto,
él quiere torear un toro,
su vida pone por precio.
Silencio...
los caporales están durmiendo,
los toros, los toros en los corrales
andan inquietos.
Un capote en la coche
a la luz de la luna quiere torear.
Silencio...
De pronto la noche hermosa
ha visto algo y está llorando;
palomas, palomas blancas
vienen del cielo, vienen bajando.
Mentira, si son pañuelos,
pañuelos blancos llenos de llanto,
que caen como blanca escarcha
sobre el chiquillo que ha agonizado.
Toro, toro asesino,
ojalá te lleve el diablo.
Toro, toro asesino,
ojalá te lleve el diablo.
Silencio...
Los caporales están llorando
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