Santa Leoncia de Farfán,
de la Quebrada de Reyes,
baja a las carpas de Yala
con setenta años que tiene.
La harina del Carnaval
le pensamienta las sienes
cuando sobre el mujerío
su canto finito crece.
(Estribillo)
Alegre como pocas
doña Santa se amanece,
el manantial de sus coplas va
por senderos viejos,
el manantial de sus coplas va
despenando su soledad.
No hay una pena de amor
que por su boca no queme
ni hay en la carpa baguala
que por ella no se queje.
La chicha al amanecer
en los ojos se le duerme
hasta que un golpe de caja
cantando la reverdece.