Y no queda nada,
Que me hable de ti,
Las copas gastadas,
Y el vino picado,
La ropa arrugada,
Las fotografías,
Sin revelar.
Y no queda nada, nada
Que me haga volver a ti.
Pudimos ser,
Pero no fuimos,
Y nos perdimos en un laberinto,
Oí tus voces,
Al otro lado de los cipreses,
Y cada vez corría mas deprisa,
Y no queda nada de que hablar,
Encerrado en una celda,
De culpabilidad,
Tus lagrimas no las se secar,
Eh ido tan lejos, lejos
Que ya no puedo regresar.
No nos entendió ni el silencio,
Todo perdió la forma incluso el placer,
Lo volvimos intentar,
Con la energía de un barco,
Hundido en el fondo de algún mar,
Ahora estoy navegando sin rumbo,
Y el timón de mi vida lo maneja
Un perfecto desconocido,
Y no queda nada por sentir,
Y no queda nada por sentir.