En la cumbre del olvido,
en el fin de tu camino,
ahí estaré, esperándote,
tan sólo ven y sígueme.
Yo no sé si voy a amarte siempre,
eso no lo puedo asegurar,
sólo sé que amarte es algo fuerte
que jamás consigo controlar.
Una luz a través del espacio y el silencio,
siempre está, no se ve, yo la siento, siéntela.
Tú y yo, ha pasado tanto tiempo,
recorrí junto a ti, de la tentación a la amistad.
En la cumbre del olvido,
en el fin de tu camino,
ahí estaré, esperándote,
y sin pedir explicación.
Toda una vida contigo,
como amante, como amigo,
no me importa como qué,
tan sólo vámonos a casa, sígueme.
Lo que nos decimos no se olvida,
todo va directo al corazón.
Cuando no te veo se reaviva, oh, oh,
y se escucha con repetición.
Está bien, está mal, fue peor una mentira
que omitir, que callar y no paro de pensar
en que hoy, cuando dije que te amaba era verdad,
de verdad, pero no sé cuánto durará.
En la cumbre del olvido,
en el fin de tu camino,
ahí estaré, esperándote,
y sin pedir explicación.
Toda una vida contigo,
como amante, como amigo,
no me importa como qué,
tan sólo vámonos a casa, sígueme.
Sígueme. Sígueme.
Tan sólo vámonos a casa, sígueme.