Del Templo de La Taberna
No queda nada aquí
por hacer... nada;
ni nada que ofrecer
que no tengas ya.
En el columpio azul
de tus besos metálicos
me quiero abandonar
como un animal.
Con la piel quemada
por el sol
el salitre y el amor.
Correr y atravesar
mil vidas grises de gente gris.
Correr y abandonarlo todo.
Correr y delirar
siempre a tu lado dulce amor.
Llegar hasta el final de tí.
Con la mente turbia,
los sentidos afilados,
medio locos.
Del templo a la taberna
por entre los viñedos
tu nombre gritaré.
Desde la selva azul
de tu pelo enredado
hasta el vapor de miel
de tu alma al despertar.
Correr y delirar
siempre a tu lado dulce amor.
Correr y abandonarlo todo.
Correr y atravesar
mil vidas grises de gente gris.
Llegar hasta el final de todo.