A las seis de la mañana
arranca la escuadra
a buscar un enemigo de su propia sangre
a las diez de la mañana el señor consejal
se despierta preguntando su puesto en la encuesta
Para eso ya son las cuatro en París
un rebelde en un café,
un humilde guerrillero recibe
otra humilde donación
Y otra vez
mi bendito país
se razga la cara con las manos
Y otra vez
mi bendito país
se muerde los labios y calma su sed de que?
Piel canela te costó
imponerte en la fila
pero nadie tuvo dudas, tu fuiste el mejor
a las cinco de la tarde apunta el rebelde
otra vida que se pierde entre las amapolas
Dos tiros en los pulmones
la cruz roja en Bogotá
me dijeron que luchaste hasta el fin
yo te puedo ver luchar
Y otra vez...