Estando tan lejos de casa
recordamos el amor aquel, de ser
un nativo de ese barrio padre
que tan bien nos vio crecer.
El silencio de la noche,
cómplice de gatos, novios y melancolías,
le da nombre a una tristeza
que liera y despiadada
lame un dolor, late un amor.
Resuena en un pensamiento
que se hace recuerdo,
aquella risa amiga contagiándome la comisura,
pareciendo verte ahora.
Enseñándome que el sentimiento
rompe las fronteras, vence la distancia,
desbaratando angustias
por extrañar mi gente.
Sus ruidos, sus colores,
sus veredas que mi caminar hoy representan,
dando forma a esta canción
que habla de un buey que triste
lame un dolor, late un amor,
lame un dolor, late un amor.
Y comparando un poco,
veo la ventaja sabia
cuando conoces tu origen
para hablar de igual a igual
dondequiera que estemos.
Y cuando vuelva a estar con vos
te contaré de todo lo bueno que he conocido,
y esperando seguiré
comparándome a ese buey que, triste,
lame un dolor, late un amor,
lame un dolor, late un amor.
Merodeando tan lejos de casa,
un nativo de ese barrio padre,
le da forma y nombre a una tristeza,
pareciendo verlos ahora.
Enseñándome que el sentimiento
rompe las fronteras, vence en la distancia,
dando forma a esta canción
que habla de un buey que, triste,
lame un dolor, late un amor.
Lame un dolor, late un amor.
Lame un dolor, late un amor.
Merodeando tan lejos de casa,
un nativo de ese barrio padre,
le da forma y nombre a una tristeza,
pareciendo verlos ahora.
Enseñándome que el sentimiento
rompe las fronteras, vence en la distancia,
dando forma a esta canción
que habla de un buey que, triste,
lame un dolor, late un amor.