De un teatro era el titiritero
Hasta que un día algo sucedió
La locura a él lo cautivó
Cuando vio como del papel
Del libreto frente a él
Vida propia algo cobró
Era un dragón y un caballero
Y el delirio del titiritero
En ese guerrero lo convirtió
Pero olvidó quién es en realidad
Se olvidó de sentir y desear
Y así la historia empezó
Un quijote, que anda errante sin temor
Sin deseos ni dolor
Orellabac, caballero de metal, condenado a no
Sentir ni recordar
Orellabac, con su armadura y nada más
Combatiendo contra el viento y contra el mar
Orellabac
El camino emprendió
Daduic al reverso del mapa halló
La Jovenvieja le encomienda una misión
Matar al dragón
El libro de los deseos encontrar
Para aprender a desear
No es locura la que se ha de disfrutar
¡Es pasión por lo que amás!
Orellabac, caballero de metal, condenado a no
Sentir ni recordar
Orellabac, con su armadura y nada más
Combatiendo contra el viento y contra el mar
Confundido, ¿cuál es su destino?, busca el
Camino, que le hará sentir
Contra el genio, contra la doncella, contra la
Marea, al final llegó
Y una niña espera por él, con el libro que
Al leer podrá sentir y desear
Pero en blanco está
Porque todos lo son en realidad
Hacen desear
Y de uno azul él vida vio tomar
Una espada y un dragón
Tomó la espada, se quitó el yelmo, mostró su
Rostro
Atacó el dragón, sintió deseo y dolor y en
Medio morir y vivir recordó
Quién él era
Orellabac, caballero de metal, condenado a no
Sentir ni recordar
Orellabac, cumplió con su misión, halló la
Espada, el libro y enfrentó al dragón
Orellabac, ¡y su nombre recordó!
Es Tremolán, titiritero una vez más, su delirio
Ha llegado a su final
Es Tremolán, y ahora sueña con regresar
Donde los sueños se hacen realidad
Es Tremolán, ¡y su viaje terminó!
Orellabac