Cuando vengas a casa tengo para convidarte
sobras malas de buenos planes,
empanadas de nada en la heladera
botellas casi nunca llenas,
mujeres que estuvieron buenas
fotos con la lengua afuera,
tu regalo sin abrir de nochebuena
una vocación como condena,
cartas de amor de una quinciañera
muy pocas ganas de dar pelea y una camisa de primavera,
Cuando vengas a casa tengo para convidarte
una visita guiada por canciones no terminadas
una libreta de cagadas,
un tipo que llegó de madrugada
varios recibos de mi abogada,
y una blusa suya que dejó olvidada
una vista de mierda por la ventana,
un premio por aguantar sin decir guarangadas
una foto con Yoko autografiada
y mi disfraz a medida de colegiala.
Te estoy esperando de hace tanto tiempo
que hay veces que me arrepiento
(que hay veces que me arrepiento)
y me vuelvo un hombre malo
resentido y solitario,
pesimista y arbitrario
convencido y equivocado,
depresivo y acabado.
Cuando vengas a casa tengo para convidarte
un lomito bien mechado,
papas, champagne y de postre helado
un aprendiz de violinista que me da una mano,
o un compacto del pajero de Ismael Serrano
una noche entera de reloj parado
y otro compacto del boludo de Ismael Serrano
no sé por qué mierda es que tengo tantos,
cuando me vaya al baño si querés robalos
creo que falta alguno que tengo prestado,
hay un tema lindo, pero es del hermano.
Cuando vengas a casa tengo para convidarte
una alfombra voladora, para que fumemos hasta las bolas.
Una vecina mirona, una guitarra cabrona.
El cantautor y su computadora y un futuro que se joda.
Un sillon para que hagamos poses piolas
y una critica que dice que no hago trova.
Una campera que nunca estuvo de moda
Y un telefono al que puedo llamar a cualquier hora.
Te estoy esperando de hace tanto tiempo
que hay veces que me arrepiento
(que hay veces que me arrepiento)
y me vuelvo un hombre malo
resentido y solitario,
pesimista y arbitrario
convencido y equivocado,
depresivo y acabado.