No me lo vas a creer
pero de pronto he comenzado a extrañarte
y a desear que te refugies en brazos
como lo hacías a menudo por las tardes.
No me lo vas a creer
pero este loco apasionado al que decías
que parecía un animal cuando te amaba
no se resigna a verte fuera de su vida.
Mal acostumbrado
a tu manera de querer tan diferente
un día tierna y agresiva al día siguiente
tan altanera y en el fondo buena gente.
Mal acostumbrado
a seducirte cada vez que ansiaba amarte
verte ceder me resultaba estimulante
y seriamente estoy pensando ir a buscarte
no, no me lo vas a creer.