“Dominus dedit, Dominus abstulit, sit nomen Domini benedictus”(Resignación)
Un réquiem para cuando la muerte me besé la frente
Te diré anticipadamente un adiós y hasta siempre
Perdóname si someto tus lágrimas a un asiduo descenso
Es mordaz el destino para los que siguen vivos
Desafiare todos mis miedos para ganarle esta batalla al cielo
Cada vez que el dolor te sumerja en un gélido infierno demencial
Cada vez que la indómita niebla ciegue el norte entre sombras funestas
Cada vez que tu cuerpo desnudo me requiera te estaré esperando en la madriguera
Seré nuevamente esa criatura del bosque que ya rompió con sus cadenas
Y hoy vuela libre, nocturna y serena…
Despertarás con el alma
Desgarrada sumida en nostalgias
Te inspirará en silencio
Mi epitafio tallado en el viento
Que te dirá sigo aquí
Vivo y nunca me fui
“Fortis es ut, mors dilectio”
(El amor es fuerte como la muerte)
Cada vez que me invoque tu aliento y me inhales en cada recuerdo
Resucitare cada anochecer, lameré tu piel saciando mi sed
Y me ocultaré al amanecer…