¿Acaso mirarás el puñal de tu asesino
llevandose de a poco los hijos de tu gente?
¿Quizás soportarás impávido que acaben
con los restos que hasta ayer quedaban de la vida?
¿Aguardarás ante la tempestad que aclare?
¿Envainarás tu sable de guerrero
y escondiendo tus alas de locura
no echarás a volar junto a tu pueblo?
No dejes que el espanto supere tu estatura
ni que la sangre tiña las calles de tu villa
No esperes que el maná baje del cielo
ni que el invierno ahogue tu semilla
Intenta una y mil veces alzar el vuelo
aunque enjaulado no dejes de mover tus alas
Con la locura de un gorrión enamorado
vuélvete libertario, pétalos de vida
Y lárgate a engendrar revoluciones
para poder parir la primavera