Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
Tiene guedejas rubias,
Blandas guedejas.
Por sobre el hombro blanco,
Luengas le cuelgan.
Sus dos ojos parecen
Estrellas negras.
Vuelan, brillan, palpitan,
¡relampaguean!
Él para mí es corona,
Almohada, espuela.
Mi mano, que así embrida
Potros y hienas,
Va, mansa y obediente,
Donde él la lleva.
Si el ceño frunce, temo;
Si se me queja,
Cual de mujer, mi rostro
Nieve se trueca.
Su sangre, pues, anima
Mis flacas venas.
¡con su gozo, mi sangre
Se hincha o se seca!
T para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.