Fuimos trayendo las penas
de los que nunca pudieron tocarse.
Amanecidos de lo mismo
por ese sol traidor.
Y ahora
junta las penas de los demás
arriesgando la fé.
Junta las penas de los que no duermen ya
y al dolor.
Junta la paciencia de los que no vuelven
abrazando la ironía de los que no pierden
y cada vez que alguien toca no creen
que alguien vea el cielo que no ven hoy.
A ver lo mismo,
a ver...
Suben al cielo, él se pira un atajo
de su sendero.
Se descubre soñando, tomando a la inocencia
y se acuerda y sufre se quema la cabeza.
Corazones formados de árbol y raíces
y de flores que vuelan se esparcen por los mares.
Cuanto más tiempo me llevará
hacerme amigo de mi soledad.
El sol no para de dar vueltas, no.
Qué es la noche sino la oscuridad del día
y estando de día de qué me sirve el sol
si ya no te alumbra.
De qué me sirve el sol
si ya no te alumbra.