La reina del foulard y de la esquina
el putón de arrabales verbeneros,
se la llevó al altar la cocaína
y fue la amante fiel del barrio entero.
Boticaria de guardia en la movida,
pastillera mayor de las Españas.
¿Quién te ve y quién te vio? flor de morfina,
talismán de la noche y la canalla.
Qué mala suerte, qué mala suerte
que le perdiste el órdago a la muerte.
No te quiero soñar hecha una ruína
anclada en ese chulo de taberna.
Mala te la jugó la Celestina
con el chute pensión de media estrella.
No volverás a ser la que ayer fuiste
hoy , mi reina, no tiene quien le escriba
guárdate esta canción, princesa triste,
sobredosis de amor sin papelina.
Qué mala suerte, qué mala suerte
que le perdiste el órdago a la muerte.